jueves, 29 de septiembre de 2011

Estoy vencido porque el mundo me hizo así

Sentimos que no somos capaces de superar nuestros propios retos. Que, a lo mejor, no damos la talla. Nos exegimos límites muy altos, casi inalcazables, y al ver que no conseguimos llegar a ellos, nos hundimos rápidamente. Entramos en un estado de desesperación, de agobio, de inseguridad... Y ya no hay nada que pueda ayudarnos a superarlo. Porque sólo nosotros somos capaces de darnos los ánimos que necesitamos para levantarnos después de la caída y seguir intentándolo. Hasta conseguir lo que nos proponemos.

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Quienes somos?¿A dónde vamos?

Pretendemos caminar con un rumbo fijo en la vida. Intentamos tenerlo todo pensado, y a medida que crecemos, continuar esos pasos que teníamos marcados desde un principio. Planear un futuro no siempre es la mejor opción. No tiene porque salir las cosas como uno quiere y menos como uno espera. Hay algo que hace que no se pueda decidir de antemano. Y en apenas un instante, ese castillo que habíamos construído a base de ilusiones, se desmorona por una simple ráfaga de inseguridad. No debemos dejar que nuestros defectos marquen nuestro destino. Quienes somos? No lo sabemos. A dónde vamos? Aún no lo hemos decidido.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Hasta el infinito y más allá

Vamos dejando cosas atrás, mirando un cielo que no es el nuestro, y de repente caemos de la nube y nos damos de narices contra el suelo. Abrimos los ojos y miramos atrás para saber que ha pasado, y ya no encontramos respuestas que valgan. Sólo el vago recuerdo de lo que fue y que no volverá por mucho que lo intentes. Porque ya has caminado lo suficiente como para no recordar la vuelta. Tienes una única dirección en mente, seguir todo recto. No vale pararse ni darse la vuelta. Lo único que puedes hacer es continuar hacia el futuro, aunque este te aterre. Piensas en como será el siguiente paso y que consecuencias te traerá darlo. Y aún así te arriesgas. Quieres? Claro que no, pero sabes que debes hacerlo. Porque nadie puede decir cuando acaba el camino. Simplemente acaba cuando encuentras un cartel que pone: meta.

martes, 6 de septiembre de 2011

Tómate esta botella conmigo

              

en el último trago nos vamos, quiero ver a que sabe tu olvido sin poner en mis ojos tus manos.