martes, 27 de diciembre de 2011

Vuela un columpio vacío sobre mi cabeza

Vivir cada momento hace que puedas apreciar lo bella que es la vida. Despreocuparse de las consecuencias hace que disfrutes al máximo lo que estás haciendo. Vivir. Sólo es cuestión de desactivar todo tipo de pensamientoa y dejarte llevar por esa corriente cálida, una sensación que te produce un hormigueo, de satisfacción, de adrenalina. Corre la sangre por tus venas, dispuesta a llegar a cualquier parte de tu cuerpo, rápido. Y tú, mientras, ríes. De aquello que estás haciendo, de sentirte libre, de poder hacer todo lo que quieras. Sin que nadie te replique, sin que nadie te corriga. Respirando fuerte, contento, sin pausa. Y así, poco a poco, vas desprendiéndote de lo que un día dijiste que no podías hacer.

sábado, 29 de octubre de 2011

Y la fama me ha cosido una careta

Siempre nos acabamos escondiendo de lo que realmente sentimos. Huímos de aquello que nos da pánico sin enfrentarnos a ello, simplemente por el fracaso. Y eso está mal? Pues probablemente sí, porque gracias al miedo, nos perdemos muchas cosas. Igual nos perdemos una sonrisa o una mirada sincera. Quizás nos perdemos un beso o un abrazo. O de siete días que hay a la semana, nos perdemos el poder hacer cuatro especiales. Incluso podemos perdernos un: te quiero. Nos ponemos la careta y salimos a la calle. Dispuestos a pasar otra vez desapercibidos. Por que así, tal vez, nos encontramos bien y seguros. Pero nos encontraríamos mejor si dejaramos el carnaval para marzo.


viernes, 21 de octubre de 2011

Te cambio un "sí" por ese "ya no puedo"

Dicen que si te colocas al pie de una montaña, no alcanzas a ver la cima. Pero que tú no la veas, no significa que no exista. Y sabes, que llegar a la cima no es imposible, pero sí es complicado, porque para llegar a ella, deberás pasar por un camino difícil y lleno de baches. Con los que tropezarás mil y una veces, y aunque creas que no, te levantarás y seguirás luchando por aquello que quieres conseguir. Porque puedes hacer todo lo que te propongas. Nada es imposible. Y aunque la impotencia gane muchas batallas, jamás ganará la guerra.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Estoy vencido porque el mundo me hizo así

Sentimos que no somos capaces de superar nuestros propios retos. Que, a lo mejor, no damos la talla. Nos exegimos límites muy altos, casi inalcazables, y al ver que no conseguimos llegar a ellos, nos hundimos rápidamente. Entramos en un estado de desesperación, de agobio, de inseguridad... Y ya no hay nada que pueda ayudarnos a superarlo. Porque sólo nosotros somos capaces de darnos los ánimos que necesitamos para levantarnos después de la caída y seguir intentándolo. Hasta conseguir lo que nos proponemos.

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Quienes somos?¿A dónde vamos?

Pretendemos caminar con un rumbo fijo en la vida. Intentamos tenerlo todo pensado, y a medida que crecemos, continuar esos pasos que teníamos marcados desde un principio. Planear un futuro no siempre es la mejor opción. No tiene porque salir las cosas como uno quiere y menos como uno espera. Hay algo que hace que no se pueda decidir de antemano. Y en apenas un instante, ese castillo que habíamos construído a base de ilusiones, se desmorona por una simple ráfaga de inseguridad. No debemos dejar que nuestros defectos marquen nuestro destino. Quienes somos? No lo sabemos. A dónde vamos? Aún no lo hemos decidido.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Hasta el infinito y más allá

Vamos dejando cosas atrás, mirando un cielo que no es el nuestro, y de repente caemos de la nube y nos damos de narices contra el suelo. Abrimos los ojos y miramos atrás para saber que ha pasado, y ya no encontramos respuestas que valgan. Sólo el vago recuerdo de lo que fue y que no volverá por mucho que lo intentes. Porque ya has caminado lo suficiente como para no recordar la vuelta. Tienes una única dirección en mente, seguir todo recto. No vale pararse ni darse la vuelta. Lo único que puedes hacer es continuar hacia el futuro, aunque este te aterre. Piensas en como será el siguiente paso y que consecuencias te traerá darlo. Y aún así te arriesgas. Quieres? Claro que no, pero sabes que debes hacerlo. Porque nadie puede decir cuando acaba el camino. Simplemente acaba cuando encuentras un cartel que pone: meta.

martes, 6 de septiembre de 2011

Tómate esta botella conmigo

              

en el último trago nos vamos, quiero ver a que sabe tu olvido sin poner en mis ojos tus manos.

martes, 23 de agosto de 2011

Angel

I'm alone
Yeah, I don't know if I can face the night
I'm in tears and the cryin' that I do is for you
I want your love - Let's break the walls between us
Don't make it tough - I'll put away my pride
Enough's enough I've suffered and I've seen the light

miércoles, 10 de agosto de 2011

Your sex is on fire


Y es esta noche. Es esta noche cuando te veo mejor que nunca, cuando no puedo parar de pensar en lo rápido que late mi corazón cada vez que te acercas más a mi. Y es en ese instante cuando nos dejamos llevar. Cuando, cada vez más rápido, nos envolvemos uno en el otro. Y ahí, justo ahí, es cuando dejamos de ser dos.

sábado, 30 de julio de 2011

Última línea juntos

Verano 2010:

Tu mirada, tu sonrisa, tus abrazos. Un 31 de Julio. Tu, todo.

Invierno 2011:

El ruido de las olas, tu voz dulce susurrando, preguntando, buscándome. Un regalo, una frase, un beso. El frío y la espuma del mar. El viento de la playa. Nosotros.


Verano 2011:

Nada. Tu y yo, un recuerdo. Darse la vuelta y ver qué fue de ese 31 de Julio.

sábado, 9 de julio de 2011

Confianza

“Es el último minuto, me lo juego a todo o nada. No puedo fallar, no les puedo fallar. Dios, me corre el sudor por la frente. Estoy nervioso. No soy yo. Que me pasa? Venga hombre, a echarle valor. Eres el capitán, no puedes fallarle al equipo. Hoy no. Tío, que te pasa? Lanza el balón. Sabes que encestarás. Y si no lo hago? Puedo hacerlo. Vamos corre, esquiva a los adversarios, que nadie te detenga, puedes hacerlo. Solo necesitas encestar. Un poco de confianza. 20 segundos. Venga..LANZA!”


viernes, 8 de julio de 2011

Al filo

El Filo... no hay forma honesta de explicarlo, porque los únicos que realmente saben dónde se encuentra son quienes lo han traspasado.

- Hunter S. Thompson

El árbol de la vida

- Y qué?- replicó Andrés-. Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse perdido, sin brújula, sin luz adonde dirigirse. Qué se hace con la vida? Qué dirección se le dá?

Soledad

Había parado a recordar, allí, delante de el mar. El único lugar en el que uno se siente libre y tranquilo. El viento soplaba fuerte y movía su preciosa melena castaña. No sentía frío a pesar de estar en invierno. Sentía una sensación agradable, se estaba liberando de todos los recuerdos de otros tiempos mejores, estaba sintiendo el aire fresco en su pálida tez. Se quedó así un buen rato, mirando al infinito, desprendiéndose de cada uno de los momentos pasados, envolviéndose poco a poco en la soledad. Cerró los ojos y se imaginó que surcaba los mares en un barco, solamente con la compañía de los peces y las olas del mar. Siempre pensaba en eso cuando sentía melancolía. Abrió los ojos y allí estaba él. Clacó sus ojos color verde marihuana en los marrones de él. Por fin después de mucho tiempo se volvían a encontrar, nada más y nada menos que desde el 31 de Julio. Aquel 31 de Julio. Lo recordaba perfectamente: él le había regalado una rosa, una rosa blanca. Le había prometido que volvería antes de que esa rosa marchitara. Pero no fué así. Y ahora, allí estaban en la playa, uno frente al otro, sin palabras, emocionados, con las miradas fijas uno frente al otro, sin moverse. Se le escapó un suspiro y volvió a mirar al mar en vez de al hombre al que un día amó. Le cogió la mano y la acercó hacia él. Le susurró unas palabras al oído, palabras que hicieron que se le escaparan unas cuantas lágrimas de sus ojos verdes. No pudo contenerlas, no. Él, delicadamente, se las secó con la mano. La rodeó con sus brazos y por un momento sintió que era suya. Se quedaron así poco tiempo. No podía dejar que siguiera así. Se apartó y volvió a mirarlo a los ojos. Se le habían dilatado las pupilas y apenas se distinguía el color marrón en ellos. Ella, lentamente, sacó una rosa del bolsillo. Ya casi no tenía ese precioso color blanco. Era practicamente marrón, esa rosa, la rosa de sus sueños y esperanzas, la misma rosa que él le había regalado, ahora estaba marchita como el amor que sentía hacia él. Se la mostró. Él la cogió y delicadamente la guardó. Dió media vuelta y se fué. Había comprendido que el amor no es eterno, al igual que las rosas. Ella se quedó allí dos horas más, contemplando el amplio mar que se extendía sin ver el final. No esperaba habérselo encontrado ahí. Se fué a casa. Al abrir la puerta encontró un sobre. Era de él. Dentro había una rosa roja, de plástico, acompañada de una nota. Sin pensarlo siquiera, arrugó la carta. Cogió la rosa, la rompió en 31 pedazos y la tiró por la ventana. Dejó que volara por los aires, hizo que ese amor fuera libre al lanzarlo desde un sexto. Libre. Como lo era ella ahora.