jueves, 8 de septiembre de 2011

Hasta el infinito y más allá

Vamos dejando cosas atrás, mirando un cielo que no es el nuestro, y de repente caemos de la nube y nos damos de narices contra el suelo. Abrimos los ojos y miramos atrás para saber que ha pasado, y ya no encontramos respuestas que valgan. Sólo el vago recuerdo de lo que fue y que no volverá por mucho que lo intentes. Porque ya has caminado lo suficiente como para no recordar la vuelta. Tienes una única dirección en mente, seguir todo recto. No vale pararse ni darse la vuelta. Lo único que puedes hacer es continuar hacia el futuro, aunque este te aterre. Piensas en como será el siguiente paso y que consecuencias te traerá darlo. Y aún así te arriesgas. Quieres? Claro que no, pero sabes que debes hacerlo. Porque nadie puede decir cuando acaba el camino. Simplemente acaba cuando encuentras un cartel que pone: meta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario